Richard Freeman aborda un amplio conjunto de temas relevantes de un modo riguroso y creativo. Sus puntos de vista, hábilmente desplegados a lo largo de sus ensayos serán extensamente citados por las futuras generaciones de economistas del trabajo. El propio tema de estudio y el estilo con que es abordado aseguran el poder de atracción de la obra tanto para los economistas en general como para todos aquellos encargados de la toma de decisiones.