La industrialización ha constituido el fenómeno económico y social más importante de los últimos tiempos. Uno de los temas que ha suscitado mayor interés por parte de los historiadores ha sido el de los costes sociales provocados, en las primeras etapas, por el nuevo modo de producción. Se planteó así un debate fructífero pero inacabado entre los que al enjuiciar el sistema trataron de medir las consecuencias derivadas.
Esta obra pretende ser una aportación centrada en uno de los polos de desarrollo industrial de nuestro país: la provincia de Vizcaya. El cambio, localizado en la cuenca del bajo Nervión, iba a ser protagonizado por la burguesía y el proletariado de los pueblos y la capital. Se analizan una serie de características de la demografía, la estructura salarial, el coste de la vida y el salario real; los organismos de representación obrera y la conflictividad laboral culminan este estudio.
El libro trasluce una postura moderadamente optimista. No es ajeno a los manifiestos inconvenientes vividos por los trabajadores durante esta época, pero sin embargo, recoge y plantea algunos aspectos poco valorados por la historiografía como la facilidad de encontrar empleo, las múltiples formas adoptadas por el salario indirecto y las primas o los destajos. Factores que contribuyeron a hacer un poco menos dura la vida de importantes grupos de trabajadores, aun a costa de un sobreesfuerzo.