El estudio científico de la mediación se basa en una serie de supuestos incompatibles con la afirmación de sus practicantes de que se trata de un arte. Pese a sus diferencias de enfoque teórico y metodológico, los científicos sociales pretenden desarrollar un conjunto de principios aplicables, descriptiva o normativamente, a todos los mediadores. Sin embargo, cuando sólo se admite la variabilidad del contexto se pierde un elemento importante del concepto y de la mediación como arte.