Desde el final de la segunda guerra mundial el desarrollo económico y la distribución de la renta se han convertido en dos de los principales tópicos de la investigación económica. Existe un vínculo lógico entre ellos. Cualquiera que sea la tasa de crecimiento de la renta nacional no se puede equiparar con el desarrollo económico si no se eleva el nivel de vida de la mayoría de la población. A la inversa, sin crecimiento para aumentar los recursos y facilitar la redistribución difícilmente será posible reducir la pobreza.