Misiones católicas en el exterior: Capellanes de emigrantes en Bélgica (1956-1986), se centra en analizar el papel desempeñado por las misiones católicas en el contexto de la denominada emigración ¿económica¿ española a Europa. Dicha emigración, que adquirió un carácter masivo a partir de los años sesenta del siglo XX, estuvo acompañada en los distintos países de acogida por sacerdotes y religiosas de su misma nacionalidad, encargados de velar por el mantenimiento de la fe y la moral de sus compatriotas en el exterior.
Bélgica fue el primer país europeo con el que la dictadura franquista firmó un acuerdo bilateral en materia migratoria, abriendo la puerta al establecimiento de tratados similares con otros países europeos, además de servir de laboratorio de pruebas a la hora de desplegar la política asistencial franquista por los países europeos receptores de emigrantes españoles.