El objetivo central que persigue este libro de 1988 es el estudio de la identidad social, basándose en la descripción que de sí mismos hacen los parados, por medio de una técnica basada en veinte respuestas a la pregunta de " quien soy yo" y desarrollada por la escuela del Interaccionismo Simbólico. Este planteamiento está sustentado en el concepto de "si mismo" expuesto por G.H. Mead, quien considera que una persona para tomar conciencia de sí misma necesita un entorno social en el que haya otros sujetos que la consideren como objeto.