En el informe Perspectivas del empleo de la OCDE de 2017 se examinan las tendencias recientes del mercado de trabajo de los países de la OCDE y sus perspectivas a corto plazo.
En el capítulo 1 se presenta un marcador comparativo de los resultados del mercado de trabajo que se refiere a la cantidad de empleo y a su calidad, así como a la inclusividad del mercado de trabajo. Durante los últimos diez años, la mayoría de los países han conseguido integrar mejor a las mujeres y a los grupos potencialmente desfavorecidos en el mercado de trabajo y mejorar la calidad del entorno de trabajo, mientras que la calidad de los ingresos se ha mantenido más o menos estable y la seguridad en el mercado de trabajo ha empeorado.
En el capítulo 2 se analiza la resiliencia de los mercados de trabajo tras la crisis internacional y se muestra que tanto las reformas estructurales como la política fiscal expansiva atenúan los costes en paro de las perturbaciones agregadas negativas. Los países de la OCDE generalmente han evitado que aumentara el paro estructural, pero no que se desacelerara considerablemente el crecimiento de los salarios y de la productividad.
En el capítulo 3 se describe el efecto que han producido el progreso tecnológico y la globalización en los mercados de trabajo de la OCDE en los últimos veinte años. Se muestra que la tecnología ha ido estrechamente acompañada tanto de polarización como de desindustrialización. Es difícil detectar el
efecto de la integración del comercio y probablemente sea pequeño, si bien el aumento de las importaciones procedentes de China ha contribuido algo
a reducir el empleo en la industria manufacturera.
En el capítulo 4 se realiza una descripción excepcionalmente completa de la negociación colectiva en los países de la OCDE que permite comprender mejor en qué se diferencian los sistemas nacionales y las consecuencias de esas diferencias para los resultados económicos.