Para la mayoría de las personas, el trabajo es la base del sustento, de la integración social y de la propia identidad. Pero el significado que el siglo XX ha dado al trabajo ya no es el de siempre. A medida que los modelos de trabajo continúan cambiando como respuesta a las demandas de la producción y del comercio en una economía global, han surgido nuevos retos, no sólo para las vidas de los trabajadores, sino también para los empresarios expuestos a la competencia global y para los mercados sometidos a políticas y leyes nacionales e internacionales. El punto central del debate radica en la dificultad de enmarcar los conceptos y normas por las cuales la seguridad económica de las personas y las dimensiones humanas del trabajo pueden conciliarse con la creciente necesidad del mercado global de conseguir una flexibilidad de mano de obra competitiva.
Este volumen ofrece una exploración única en su género del pensamiento actual y de las diferentes políticas sobre estas cuestiones y contiene una selección de artículos de la Revista Internacional del Trabajo.