En este libro se recogen las comunicaciones que se han presentado al XXIX Congreso Anual de la Asociación Española de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social, que se ha celebrado en Salamanca los pasados días 30 y 31 de mayo bajo el lema ?El futuro del trabajo: cien años de la OIT?. No podía ser otro el contenido de nuestro más importante evento anual, casi coincidente en fechas ?o, mejor dicho, anteponiéndose apenas unos días? a la Conferencia de Ginebra del Centenario.
Sistemáticamente, los textos se dividen en una serie de bloques temáticos, coincidentes con los que sirvieron de call for papers cuando se convocó el congreso. Todos ellos aluden, probablemente, a los grandes retos a los que se enfrenta ese futuro que ha centrado el principal programa de la organización a lo largo de los dos últimos años.
El trabajo y la relación de trabajo da contenido al primero de ellos. Más allá de la Recomendación de 2006, plantea el dilema de cuál es la razón de ser de la Organización, más allá del contrato por cuenta ajena y dependiente clásico, y sobre todo ante la perspectiva del mandato universal al que hace referencia el Informe de la Comisión Mundial de 2019. Un mandato integrador, que trasciende de los límites clásicos de aquel contrato, no es óbice para que la reflexión de los confines entre el mismo y el autoempleo sea necesaria, en particular en la época del mayor impacto de las tecnologías de la información y de la comunicación.
El tránsito de la economía informal a la economía formal aglutina el segundo grupo de comunicaciones. Tal vez la Recomendación de 2015 haya quedado algo orillada entre los grandes ejes de debate de la Organización. No obstante, su centralidad en la consecución del trabajo decente y, además, de algunos de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, exigía una atención especial que se ha saldado con notable interés a la vista de la entidad cualitativa de los trabajos presentados.
Por su importancia indiscutible, no solo en la normativa clásica, sino en los documentos que se han producido en torno a la Declaración del Centenario, la posición de la mujer en el trabajo se desdobló en dos tópicos dotados de cierto grado de autonomía. Por una parte, la participación de las mujeres en el mercado de trabajo, que propició en el Congreso un intenso debate más allá de los tradicionales límites de la normativa interna, europea e internacional, para alcanzar, desde una perspectiva integral, el análisis de todas las barreras que materialmente impiden la igualdad sustantiva entre mujeres y hombres en las relaciones de prestación de servicios. Por otra, la protección social, un tópico sobre el que se han analizado muchos de los obstáculos que, a la postre, producen una peor situación de las trabajadoras ante los sistemas públicos de Seguridad Social y, más en general, sitúan a las mujeres en una posición de mayor exposición a la pobreza.
La Gobernanza de la relación de trabajo se identificó como el penúltimo de los tópicos propuestos. Desde la perspectiva de la OIT, el análisis de las normas dedicadas a este tema siempre es una labor importante, como lo es el estudio de los particulares equilibrios de buen gobierno en la Organización. Pero, trascendiendo este análisis endógeno, las comunicaciones se refieren, más en general, a problemas de ámbito interno e internacional que plantea la existencia de una pluralidad de actores en el mundo del trabajo, así como de una pluralidad de objetivos que se persiguen, en ocasiones no del todo compatibles los unos con los otros. Quizá fuera este el bloque temático al que resultara más complejo dotarlo de coherencia interna, pero ha producido, como puede comprobarse, un haz de estudios bastante coordinado y dotado de una lógica de conjunto.
Finalmente, como uno de los temas más clásicos e insoslayables, la autonomía colectiva y sus medios de expresión constituyó el último bloque temático. En él se concitan todos los problemas que afectan al mundo del trabajo, desde el impacto tecnológico hasta la globalización, pasando por problemas derivados como el incremento de los movimientos migratorios, las cadenas mundiales de producción o las tendencias hacia la individualización de las relaciones laborales. Las nuevas expresiones de la autonomía colectiva o las novedosas expresiones de los conflictos colectivos son, entre otros muchos asuntos, algunos de los que encuentran eco en esta obra.
Es importante destacar que los trabajados han sido objeto de una doble evaluación por parte de un comité científico que he tenido el honor de dirigir. Primeramente, con la entrega de los resúmenes de los proyectos de comunicación y, en segundo lugar, con la aceptación de los trabajos ya desarrollados. Se trata de un trabajo ímprobo y totalmente desinteresado, que se han desarrollado mediante pares, de tal forma que dos personas han revisado todos y cada uno de los estudios. No solo como muestra de agradecimiento, sino como prueba evidente de la calidad de todos y cada uno de los estudios incluidos en este libro, es necesario citar expresamente a los miembros de este comité: Alberto Arufe Varela, Edurne Terradillos Ormaetxea, Juan José Fernández Domínguez, Patrocinio Rodríguez Ramos, Inmaculada Ballester Pastor, Erik Monreal Bringsvaerd, Francisca Ferrando García, Juan Bautista Vivero Serrano, Carolina Gala Durán, Jesús Lahera Forteza, Ferran Camas Roda y Noemí Serrano Argüello.
Este libro es la mejor muestra de vigor de nuestra asociación. La respuesta al llamado de comunicaciones ha sido extraordinaria, tanto en términos cuantitativos como cualitativos. De pocas asociaciones jurídicas ?y no solo en el contexto interno español- se podrá decir que poseen esta capacidad de convocatoria. No es casual, sino resultado de una larga trayectoria de más de cincuenta años en los que la AEDTSS ha alcanzado una madurez que le asegura un futuro vigoroso. Por ahora, somos la mitad de antiguos que la Vieja Dama, pero nuestros pilares tienen profundidad y densidad, como este libro demuestra, un hito más en nuestra ya dilatada existencia.
